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Enfermedades en el embarazo, conoce las más comunes

Conoce las principales enfermedades en el embarazo

Durante la gestación, se desencadenan múltiples transformaciones que pueden originar ciertas afecciones, siendo esencial abordarlas con serenidad como parte del proceso natural. Entre las más habituales figuran:

Diabetes gestacional: controlando los niveles de glucosa

Esta condición se caracteriza por una intolerancia a la glucosa identificada por vez primera durante el periodo gestacional. Constituye un factor de riesgo significativo para el desarrollo futuro de diabetes tipo 2, además de complicaciones gestacionales y obstétricas, como el incremento desmedido de peso o la preeclampsia, y dificultades durante el alumbramiento, incluyendo el riesgo de parto prematuro o cesárea.

La situación no se debe a una deficiencia de insulina, sino más bien a un incremento en su producción para optimizar el uso de la glucosa, aunque frecuentemente se presenta una resistencia a la insulina por parte de las células, elevando así los niveles de glucosa en sangre.

Los síntomas incluyen un aumento en la sed, la frecuencia urinaria o un apetito exacerbado. El diagnóstico comúnmente se efectúa mediante un examen de glucosa entre las semanas 24 y 28 del embarazo, momento en el cual el riesgo se intensifica.

Aproximadamente un 10% de las embarazadas experimentan esta condición, siendo más prevalente en casos de obesidad, historial de diabetes gestacional en gestaciones previas, o en mujeres mayores de 35 años.

Generalmente, los niveles de glucosa se normalizan tras el parto, pero haber experimentado diabetes gestacional incrementa el riesgo en el neonato de presentar un peso elevado al nacer, hipoglucemia postnatal, y una predisposición a desarrollar diabetes tipo 2 y obesidad en la adultez.

Evita consumir azúcares refinados en el embarazo

La intervención inicial consiste en la regulación de la dieta y la actividad física, sin necesidad de eliminar los carbohidratos pero sí de controlar su ingesta:

  • Asegúrate de que las porciones de carbohidratos sean moderadas
  • Distribuyen porciones de carbohidratos adecuadamente a lo largo del día para mantener niveles de glucemia bajos y estables.
  • Prefiere alimentos integrales, leguminosas, frutas y verduras con un índice glucémico bajo, lo cual implica una absorción más lenta de la glucosa en sangre.

El ácido oleico, hallado en el aceite de oliva y los frutos secos, brinda antioxidantes y disminuye el riesgo cardiovascular y diabético, como evidenció el estudio PREDIMED en 2013. Se aconseja:

  • Optar por aceite de oliva, idealmente virgen extra, para la cocina diaria.
  • Incluir en la dieta 2 a 4 porciones de frutos secos semanalmente.

La actividad física aeróbica es beneficiosa para el control de los picos glucémicos. Se sugiere también realizar ejercicios de moderada intensidad cada día, como caminar al menos 30 minutos de manera continua.

Preeclampsia: controlando la tensión arterial

Más que un padecimiento, la preeclampsia se manifiesta a través de un conjunto de síntomas que incluyen hipertensión arterial, proteinuria (pérdida de proteínas en la orina) y edemas o retención de líquidos en las extremidades.

Es crucial monitorear los valores de presión arterial para prevenir su aparición y complicaciones, manteniéndolos por debajo de 140/90 mmHg. Con una atención médica adecuada, el pronóstico suele ser favorable, aunque en situaciones severas puede comprometer la vida del neonato y de la madre, recurriendo en ocasiones a un parto anticipado.

Monitorear la presión arterial en el embarazo

Afecta entre un 5 y un 8% de las gestantes, manifestándose comúnmente en el último trimestre. Las causas exactas son aún inciertas, pero factores como la hipertensión, diabetes y obesidad pregestacionales incrementan el riesgo.

Para su prevención, es imprescindible el control de la presión arterial, lo cual requiere de ciertas medidas dietéticas:

  • Consumir 2 litros de agua diariamente, o entre 8 y 10 vasos, complementando con sopas o infusiones para aumentar la ingesta de líquidos.
  • Reducir la ingesta de sodio evitando la sal de mesa y prefiriendo otras especias para sazonar.
  • Garantizar el consumo diario de vegetales y hortalizas en las comidas principales, así como al menos 3 piezas de fruta al día.

Estreñimiento: manteniendo un tránsito intestinal saludable

Esta alteración es común en el embarazo debido a la disminución en la movilidad intestinal, lo que favorece la absorción de nutrientes. Para favorecer el tránsito intestinal es fundamental asegurar la ingesta de fibra, presente en legumbres, panes y cereales integrales, vegetales y frutas, preferentemente enteras.

Mantener una rutina intestinal adecuada, procurando la evacuación por las mañanas o después de las comidas, momentos de mayor movilidad intestinal, es crucial. Otros factores dietéticos que influyen en el tránsito intestinal incluyen el consumo adecuado de grasas, recomendándose al menos 4 cucharadas de aceite de oliva diariamente durante el embarazo, y una hidratación suficiente de 2 litros de agua al día.

Evitar el estreñimiento en el embarazo

El consumo de probióticos, bacterias que colonizan el colon y mantienen el equilibrio de nuestra microbiota intestinal, es esencial para prevenir el estreñimiento. Para mejorar esta condición, se puede incluir al menos un yogur diario en la dieta.

La actividad física también es fundamental para mantener el sistema digestivo en movimiento, por lo que no debe olvidarse la práctica diaria de ejercicio.

Toxoplasmosis: prevenir la infección

Esta infección, causada por un parásito, se transmite principalmente por el contacto con heces de gato o el consumo de agua, vegetales contaminados y carne cruda, especialmente de cerdo.

Prevenir la toxoplasmosis en el embarazo

Aunque generalmente es leve, durante el embarazo puede afectar al feto. En el primer trimestre de un primer embarazo, es recomendable realizar una prueba de detección.

Si se cuenta con anticuerpos contra este parásito, se tendrán defensas para prevenir la infección. De lo contrario, se deben tomar precauciones:

  • Evitar carnes y embutidos crudos, como el jamón serrano, chorizo o salami, y lavarse bien las manos tras su manipulación.
  • Congelar la carne antes de cocinarla y prolongar el tiempo de cocción.
  • Lavar y pelar frutas y verduras antes de su consumo.
  • Mantener una higiene básica, lavándose las manos al cocinar y antes de comer.
En conclusión, el embarazo es una etapa emocionante, pero también puede llevar consigo desafíos en forma de patologías como la diabetes gestacional, la preclampsia, el estreñimiento y la toxoplasmosis. Con un enfoque cuidadoso en la dieta, el ejercicio y las precauciones necesarias, puedes afrontar estas condiciones de manera efectiva y disfrutar de un embarazo saludable. Recuerda siempre consultar a tu médico para un manejo adecuado de cualquier patología durante el embarazo.
Dr. Isaac Heredia Martínez
Dr. Isaac Heredia Martínez
Médico Cirujano y Partero