El magnesio se sitúa como uno de los 20 minerales primordiales que se encuentran en nuestro cuerpo. Los minerales, aquellos componentes naturales inorgánicos, constituyen aproximadamente el 4 al 5% de la masa corporal total del ser humano.
Entre los minerales que conforman nuestra estructura física, hallamos el calcio, el fósforo, el sodio, el cloro, el azufre, el magnesio, el manganeso, el hierro, el yodo, el flúor, el zinc, el cobalto y el selenio. La obtención de estos elementos se lleva a cabo mediante la ingesta dietética, y el peligro de caer en déficit de los mismos se encuentra intrínsecamente ligado a la presencia o ausencia de dichos elementos en nuestra alimentación cotidiana.
El magnesio, es sin duda alguna uno de los elementos que más se encuentra en nuestro cuerpo después del calcio, sodio y potasio, desempeña un papel crucial en diversos procesos fisiológicos. Entre estos, cabe mencionar el metabolismo energético, la síntesis proteica, la degradación de ácidos grasos, la contracción y relajación de la musculatura, el equilibrio del contenido mineral en la matriz ósea, las reacciones hormonales y la funcionalidad del sistema nervioso.
Esta serie de eventos fisiológicos se ven alterados si existe alterción en la función o concentración de tan crucial elemento, lo cual se manifiesta con una serie de síntomas, originados a partir de la deficiencia en cualquiera de estos procesos y que, a su vez, repercuten en la alteración de la funcionalidad de otros sistemas corporales, tales como el sistema óseo, respiratorio, digestivo, circulatorio, reproductor e incluso el sistema inmunológico.
Irritabilidad, tensión nerviosa, estrés, inquietud, temblores, calambres musculares, arritmias cardíacas, hipertensión, cefaleas, deterioro visual, fatiga, debilidad, disminución del apetito, náuseas y vómitos se presentan como los síntomas asociados a la carencia de magnesio en el organismo, sintomatología que, lamentablemente, suele ser desconocida por la mayoría de las personas, y atribuyen dichas molestias a causas diversas y a menudo intentan mitigarlas mediante el uso de fármacos que, en lugar de corregir el problema de base, tan solo enmascaran su manifestación.
¿Conoces la importancia del magnesio como suplemento nutricional?
El magnesio, un elemento esencial, se destaca por poseer una serie de propiedades notables que pueden beneficiar significativamente la salud.
Su importancia se refleja en una variedad de áreas clave. A continuación, exploraremos las múltiples razones por las cuales considerar la incorporación de magnesio en tu régimen de suplementación:
- Relajación y flexibilidad muscular: El magnesio desempeña un papel fundamental en la relajación y flexibilización de la musculatura, lo que contribuye a prevenir la tensión y el estrés en los músculos.
- Salud cardiovascular reforzada: Este mineral esencial promueve la salud cardiovascular al participar en la regulación de la presión arterial y el ritmo cardíaco.
- Equilibrio del sistema nervioso: El magnesio desempeña un papel crucial en el funcionamiento adecuado del sistema nervioso, lo que puede ayudar a mantener la calma y la serenidad mental.
- Sueño reparador favorecido: La ingesta de magnesio puede mejorar la calidad del sueño, permitiendo un descanso más profundo y reparador.
- Síntesis de colágeno: El magnesio es esencial para la síntesis de colágeno, una proteína vital para la salud de los tejidos musculares, óseos y articulares.
- Absorción y fijación del calcio: Contribuye a la absorción y fijación eficiente del calcio en el cuerpo, lo que es esencial para la fortaleza ósea.
- Reducción de la aparición de caries: La presencia de magnesio en la dieta puede ayudar a disminuir la aparición de caries dentales.
- Alcalinización y eliminación de toxinas: El magnesio contribuye a alcalinizar el organismo y facilita la eliminación de toxinas, promoviendo un ambiente interno más saludable.
- Aumento de la secreción de insulina: Participa en el proceso de regulación de la insulina, lo que puede ser beneficioso para quienes buscan mantener niveles de azúcar en sangre estables.
Un vistazo a las diferencias entre las formas de magnesio
Primeramente, es de vital importancia mencionar y comprender que, una vez que estos suplementos interactúan con el ácido clorhídrico en el estómago, todos se transforman en cloruro.
El ácido clorhídrico, uno de los ácidos más potentes junto con el sulfúrico y el nítrico, es un componente crucial del jugo gástrico y cumple diversas funciones fundamentales, que incluyen:
La descomposición de los alimentos
Participa en la liberación de enzimas digestivas
Desinfecta los alimentos de agentes patógenos
En el mundo de la química y la nutrición, las diferencias entre el cloruro, el carbonato y el lactato de magnesio son significativas y se basan en sus características químicas y organolépticas.
Además, estas diferencias se traducen en su biodisponibilidad y sus indicaciones, lo que significa que cada uno de ellos puede resultar más o menos adecuado según las necesidades individuales de cada persona.
En el campo de la nutrición, inicialmente se recomienda el cloruro de magnesio, que es conocido por su sabor amargo, picante y su pH ácido. Sin embargo, este pH ácido se puede convertir en un problema para las personas propensas a la acidez estomacal, ya que pueden experimentar molestias al consumirlo. En este caso se dispone de una alternativa la cual se encuentra como carbonato de magnesio, siendo este una buena opción.
El carbonato de magnesio es un preparado único que ofrece un doble beneficio. No solo es una fuente de minerales, sino que también actúa como un antiácido y protege el estómago debido a su pH alcalino. Esta característica lo distingue de otras sales de magnesio y lo convierte en una opción valiosa para aquellos que buscan beneficios digestivos sin irritar el estómago.
¿Cuánto magnesio es suficiente? La dosis que requerimos
| Etapa de la vida | Cantidad recomendada |
|---|---|
|
Bebés hasta los 6 meses de edad |
30 mg |
|
Bebés de 7 a 12 meses de edad |
75 mg |
|
Niños de 1 a 3 años de edad |
80 mg |
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Niños de 4 a 8 años de edad |
130 mg |
|
Niños de 9 a 13 años de edad |
240 mg |
|
Adolescentes (varones) de 14 a 18 años de edad |
410 mg |
|
Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años de edad |
360 mg |
|
Hombres |
400 – 420 mg |
|
Mujeres |
310–320 mg |
|
Adolescentes embarazadas |
400 mg |
|
Mujeres embarazadas |
350 – 360 mg |
|
Adolescentes en período de lactancia |
360 mg |
|
Mujeres en período de lactancia |
310 – 320 mg |
Si se opta por el carbonato de magnesio como suplemento, pero no se experimenta acidez estomacal, es recomendable ingerirlo con zumo de naranja, agua de limón, jugo de tomate o mezclado con yogur o ensalada. Esto se debe a que si se consume únicamente con agua, durante el proceso de conversión a cloruro, puede generarse gas y, con ello, posibles molestias gastrointestinales.
La combinación con alimentos cítricos y ácidos provoca que esta conversión ocurra en el recipiente en forma de efervescencia y no en la zona sensible de su estómago
El increíble poder purgante del magnesio: tu cuerpo te lo agradecerá
Si has experimentado diarrea al tomar magnesio, déjame asegurarte que este efecto es totalmente normal al consumir este mineral. Este fenómeno se debe a que solamente una fracción, aproximadamente un 15-20%, del magnesio en su forma asimilable, ya sea en su cloruro o carbonato, es absorbido por el cuerpo.
Como resultado, los iones de magnesio remanentes se encuentran rodeados por moléculas de agua que abundan en el organismo, llevándolos consigo y contribuyendo a una textura más ligera de las heces.
Ahora bien, hablaremos del otro compuesto, el lactato de magnesio. Este preparado se caracteriza por contener una proporción sustancialmente menor de magnesio en comparación con los dos compuestos anteriormente mencionados. A pesar de esta diferencia, existe un grupo de personas que prefiere consumirlo debido a su menor capacidad purgante.
Magnesioterapia: la clave para una vida plena y saludable
La magnesioterapia, en términos sencillos, se refiere a la práctica de suministrar diariamente las cantidades óptimas de magnesio requeridas para mantener el correcto funcionamiento de las reacciones químicas celulares y, al mismo tiempo, reducir al mínimo la probabilidad de desarrollar problemas de salud graves que pueden surgir como consecuencia de un déficit silente y prolongado en el tiempo.
A continuación, te proporciono orientación sobre cómo diseñar el plan terapéutico más adecuado a tus necesidades:
- SIN ACIDEZ GÁSTRICA: CLORURO DE MAGNESIO (CÁPSULAS O CRISTALIZADO)
- CON ACIDEZ GÁSTRICA: CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O POLVO)
- CON GASES: CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O POLVO)
- CLORURO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O CRISTALIZADO)
- TRIPTÓFANO CON MAGNESIO + VITAMINA B6 (COMPRIMIDOS)
- ÓXIDO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- BISGLICINATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- HIDRÓXIDO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- CITRATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O POLVO)
- COLÁGENO CON MAGNESIO (COMPRIMIDOS, POLVO O STICK)
- ÓXIDO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- BISGLICINATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- HIDRÓXIDO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- CITRATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O POLVO)
- ÓXIDO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- BISGLICINATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- HIDRÓXIDO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- CITRATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O POLVO)
- TRIPTÓFANO CON MAGNESIO + VITAMINA B6 (COMPRIMIDOS)
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O POLVO)
- LEVADURA DE CERVEZA (COMPRIMIDOS)
- MIEL CON HIERRO (GEL)
- CLORURO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O CRISTALIZADO)
- TRIPTÓFANO CON MELATONINA, MAGNESIO + VITAMINA B6 (COMPRIMIDOS)
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O POLVO)
- CLORURO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O CRISTALIZADO)
- LECITINA DE SOJA (GRANULADO O PERLAS)
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O POLVO)
- ÓXIDO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- BISGLICINATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- HIDRÓXIDO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- CITRATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS)
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O POLVO)
- COLÁGENO CON MAGNESIO (COMPRIMIDOS, POLVO O STICK
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O POLVO)
- CARBONATO DE MAGNESIO (COMPRIMIDOS O POLVO)
- COLÁGENO CON MAGNESIO (COMPRIMIDOS, POLVO O STICK)
La importancia del magnesio: tu cuerpo lo necesita, ¡descubre por qué!"
Con el tiempo, se ha adquirido mayor conocimiento acerca de los problemas de salud asociados con la deficiencia de magnesio. Esto se debe, en su mayoría, a un factor simple relacionado con el avance de los últimos años.
Históricamente, este mineral se obtenía principalmente a través de alimentos cultivados en tierras fértiles. No obstante, el proceso de cultivo ha experimentado cambios significativos en la actualidad.
En el pasado, se solía enriquecer el suelo con estiércol, mientras que en la actualidad se utiliza nitrógeno, fósforo y potasio, sin reponer las cantidades de magnesio que se obtenían con los abonos tradicionales. Esta es la razón por la que se han incrementado los problemas relacionados con la deficiencia de magnesio a edades cada vez más tempranas.
Debemos recordar que han pasado más de medio siglo desde que comenzamos a extraer magnesio de las cosechas sin reemplazarlo. Una forma de asegurar niveles óptimos de magnesio en el organismo es mantener una dieta rica en este mineral y complementarla con un suplemento de magnesio.
Es importante tener en cuenta que la deficiencia de magnesio es una de las causas de niveles elevados de estrés no controlado, lo que se traduce en ansiedad, malestar, nerviosismo persistente e incluso ansiedad crónica. Además, puede dar lugar a irritabilidad, miedos infundados e incluso fobias. También puede manifestarse a través de calambres, contracturas y problemas respiratorios debido a la rigidez muscular.
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El poder del magnesio: la clave para huesos saludables"
¿Experimentas dolor al ascender las escaleras? ¿Sientes una debilidad notable en sus manos al intentar abrir una botella? ¿El dolor crónico que aqueja tu cuerpo condiciona la calidad de vida que anhelas disfrutar? Nos llegan numerosas consultas de individuos que padecen de osteoporosis, osteopenia, dolencias articulares y fracturas recurrentes, todos ellos con conceptos erróneos acerca de las vicisitudes que afectan a su sistema óseo.
En efecto, este tipo de problemáticas de salud se han situado como las más prevalentes en nuestra sociedad contemporánea.
La osteoporosis es, esencialmente, una desmineralización ocasionada por la deficiencia en la producción de la matriz orgánica que compone el tejido óseo. Pero, ¿qué comprende en realidad el tejido óseo?
El hueso se constituye de una fracción orgánica, a saber, el colágeno, y otra inorgánica, representada por el fosfato cálcico. En tanto que el colágeno es considerado como la proteína responsable de conferir elasticidad y robustez al hueso, el calcio se encarga de preservar su integridad estructural, contrarrestando cualquier distorsión que pudiera presentarse.
No obstante, es crucial desmentir la noción errónea que algunos sostienen, la cual sugiere que el hueso es quebradizo y puede romperse con facilidad. Esta concepción inexacta ha sido ejemplificada por el raquitismo, una patología ocasionada por la insuficiencia de este mineral, cuyo principal síntoma es la curvatura anormal de los huesos de las piernas, no las fracturas.
Pero, ¿acaso esto implica que el calcio pierde su relevancia en este contexto?
De ninguna manera, lo que ha ocurrido en los últimos años es una sobrevaloración de la importancia exclusiva del calcio. Sin el colágeno, las sales cálcicas carecen de un punto de anclaje y, por ende, el tejido óseo se desvitaliza y desmineraliza.
La carencia de colágeno, y, por consiguiente, la incapacidad para fijar adecuadamente el calcio, se sitúa como la causa subyacente que origina las dolencias, las compresiones y, en última instancia, las frecuentes fracturas óseas o de ligamentos, dado que tanto el cartílago como los tendones comparten esta misma proteína en su constitución.
Por tanto... ¿Es necesario suplementar el déficit de calcificación en los huesos con calcio?
En conclusión no se aconseja, a menos que se demuestre escasez de dicho mineral en un estudio sanguíneo. la mayoría de los casos, la descalcificación no es consecuencia de una falta de este mineral en la sangre, sino más bien de la adecuada absorción y fijación del mismo en el tejido óseo.
¿Qué sucede si hay un exceso de calcio?
La consecuencia es que el calcio circulante en el torrente sanguíneo se adhiere a otros órganos, provocando la calcificación y endurecimiento de arterias y pulmones, así como la formación de cristales y depósitos de uratos, fosfatos y oxalatos en los riñones.
Además, se considera que la ingesta diaria recomendada debe oscilar entre 800 y 1000 miligramos de calcio, una cantidad que puede ser alcanzada satisfactoriamente mediante una dieta equilibrada, rica en productos lácteos, legumbres, frutos secos, huevos, cacao y vegetales.
Nutrición y deporte: el combo ganador para una vida activa
Se define comúnmente como el conjunto de procesos involucrados en la ingestión y utilización de sustancias alimenticias, que abarcan desde la masticación hasta la digestión y absorción. Sin embargo, esta relación debe ser interpretada en un sentido más amplio, ya que diversos factores externos inciden directamente en el resultado final de dicho proceso.
El acto de alimentarse es una actividad que a menudo llevamos a cabo de manera inconsciente, posiblemente porque la aprendemos desde que nacemos, considerándola una necesidad inherente que se autorregula automáticamente.
No obstante, ¿es válido un enfoque único para todos? Rotundamente, la respuesta es negativa. Cada individuo posee características individuales únicas, y en consecuencia, necesidades energéticas y requerimientos nutricionales distintos.
De ahí que la nutrición abarque aspectos más allá de la mera genética; ¿acaso prepararíamos un vehículo de la misma manera para circular por la montaña que por la carretera? Claramente, la respuesta es no. Lo mismo sucede con nuestro propio vehículo, es decir, nuestro cuerpo. Es fundamental que adaptemos nuestra alimentación no solo al tipo de actividad que realizamos, sino también al horario, la duración, la intensidad, la temperatura y el contexto en el que nos encontramos.
Satisfacer la demanda energética a través de los alimentos a veces supone un desafío considerable, especialmente durante entrenamientos y competencias deportivas de alto rendimiento. Para abordar estos requisitos de manera efectiva, contamos con los denominados «suplementos alimenticios«, que son concentrados de sustancias diseñados para complementar la dieta regular y llenar las lagunas nutricionales.
Estos suplementos se presentan en una variedad de colores, tamaños, sabores y formas, adecuados para diferentes situaciones, ya sea antes, durante o después de la competencia.
Magnesio y rendimiento deportivo: ¿una combinación ganadora?
El magnesio es un mineral esencial en la alimentación de un atleta. A continuación, te explico por qué es crucial.
El sodio, en conjunto con el potasio, conforma una combinación inseparable que garantiza la adecuada transmisión de señales nerviosas y la contracción muscular. El potasio desempeña el papel de electrolito encargado de la relajación muscular y, en contraposición al sodio, se encuentra en mayor proporción dentro de las células que en el espacio extracelular.
El equilibrio correcto de estos electrolitos en el interior y el exterior de las células no solo influye en el desempeño, la resistencia, los calambres y las molestias del deportista, sino también en su respuesta psicológica, ya que son esenciales en la producción de neurotransmisores, sustancias que regulan el funcionamiento del sistema nervioso en su totalidad.
El cuerpo humano está equipado con la bomba sodio-potasio, un canal de comunicación entre el interior y el exterior celular, que se encarga de supervisar y mantener en equilibrio estos elementos. Cuando un deportista lleva a cabo una actividad intensa, el equilibrio de los electrolítica se ve alterada, lo que significa que se pierde el equilibrio y se acumulan iones de potasio en el espacio extracelular.
En este momento, la activación de la bomba sodio-potasio permite restaurar el equilibrio químico, lo que facilita la transferencia de iones de potasio al interior de la célula. De no ocurrir de esta manera, el proceso de relajación muscular se vería obstaculizado, tanto en el aspecto locomotor como en el arterial y cardiovascular.
¿Y dónde entra en juego el magnesio?
Para que la bomba de sodio-potasio funcione eficientemente, se requiere la presencia del ATP (adenosín trifosfato). El ATP es una molécula que sirve como fuente de energía y que depende en gran medida del magnesio, ya que solo puede mantenerse activa cuando se encuentra unida a un ion de magnesio.
En consecuencia, este electrolito, hasta ahora pasado por alto, se convierte en la pieza fundamental de esta intrincada red bioquímica, actuando como la puerta de acceso para la energía al espacio intracelular. A pesar de que existen alimentos catalogados como «ricos en magnesio», cada vez contienen cantidades más reducidas de este mineral. Como se ha mencionado previamente, en muchas regiones, los suelos se fertilizan con nitrógeno, fósforo y potasio, pero no se repone la cantidad de magnesio que se solía obtener de los abonos orgánicos.
Por lo tanto, no es sorprendente que los problemas derivados de la deficiencia de magnesio sean cada vez más comunes y afecten a personas a edades cada vez más tempranas.
Esta es la razón por la cual la suplementación con magnesio se ha convertido en una de las soluciones recomendadas como tratamiento a largo plazo y sin riesgos en la sociedad actual, ya que ha demostrado ofrecer resultados rápidos y efectivos para una amplia variedad de síntomas asociados a niveles bajos de este mineral.
El poder del triptófano con magnesio: tu aliado para el equilibrio emocional
¿Has escuchado alguna vez de la serotonina? Indudablemente, es probable que lo hayas hecho, especialmente debido a su apodo de «la hormona de la dicha». La serotonina, un neurotransmisor, es una substancia química que desempeña un papel vital en la transferencia de información entre las neuronas del cerebro humano, proporcionando una sensación de bienestar y serenidad.
Concretamente, esta sustancia regula una amplia gama de funciones, incluyendo el estado de ánimo, el apetito, el deseo sexual, la temperatura corporal, la actividad motora, la densidad ósea y diversas funciones perceptivas, cognitivas y volitivas.
Este crucial neurotransmisor se sintetiza a partir del triptófano (TP), un aminoácido que mayoritariamente se adquiere a través de la dieta. Dentro de nuestro organismo, existen dos puntos de síntesis de serotonina: el tracto intestinal, donde se metaboliza el 90%, y el Sistema Nervioso Central (SNC), donde se produce el 10% restante.
Es crucial señalar que la serotonina utilizada por las células cerebrales debe ser sintetizada de manera específica dentro de las neuronas serotoninérgicas del SNC, ya que la producida en el sistema digestivo carece de la capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica que permitiría su acceso al cerebro. Esto implica que la verdadera importancia recae en la biodisponibilidad del aminoácido a nivel cerebral, más que en la serotonina en sí misma.
Optimiza tu mente: la dieta como herramienta para regular la serotonina
Sí, la dieta representa un elemento de gran relevancia, ya que es la vía primordial para la absorción del triptófano. Sin embargo, no constituye el único factor influyente, ya que la síntesis en el sistema nervioso central puede verse comprometida por diversos elementos, tales como el estrés, niveles elevados de cortisol, resistencia a la insulina, déficit de magnesio, ácidos grasos omega y vitaminas pertenecientes al complejo B, así como por una deficiente biodisponibilidad del mismo.
La fórmula de la felicidad: ¿cómo impulsar tu serotonina?
La respuesta se encuentra en seguir un enfoque sencillo y eficaz. En primer lugar, es esencial adoptar una dieta rica en alimentos que sean una fuente abundante de triptófano, asegurándonos de combinarlos de manera óptima para maximizar su biodisponibilidad. Además, es crucial prestar atención a los factores de riesgo previamente mencionados y abordar cualquier deficiencia que pueda surgir.
Sube tu ánimo: 5 consejos para incrementar la serotonina y el triptófano
El magnesio y su papel fundamental en el desarrollo infantil"
En la actualidad, nos encontramos en una época de cambios constantes que, desde una perspectiva general, percibimos como avances y mejoras continuas. No obstante, ¿podría la obsesión por el desarrollo estar ocultando las consecuencias a largo plazo?
Partiendo de la premisa de que la tierra es la principal área de cultivo de verduras y hortalizas, este cambio ha tenido un impacto directo en la salud de todos los seres vivos, especialmente en poblaciones vulnerables como las embarazadas y los niños.
Durante el embarazo, la formación de tejidos y, por consiguiente, la síntesis de proteínas aumenta de manera significativa. En consecuencia, es fundamental que la dieta proporcione aminoácidos en cantidades adecuadas y todos los nutrientes necesarios para su construcción de cadenas peptídicas.
Esto incluye fósforo, necesario para la formación de ATP y GTP, magnesio, proteínas y calcio, esencial para la fortaleza de los huesos, así como hierro para otros procesos vitales.
Dado que las necesidades de magnesio se duplican durante el embarazo y la lactancia, si se descuida este aspecto, pueden surgir, entre otros síntomas, contracciones musculares, calambres en las pantorrillas, ansiedad y náuseas después del primer trimestre
¿Notas estos síntomas en tu hijo? podría ser deficiencia de magnesio
Si tu hijo presenta deficiencia de magnesio, te serán familiares las siguientes conductas.
EN EL BEBÉ NOTARÁS:
Hipo recurrente
Vómitos con facilidad
Llanto con espasmos
Sueño intranquilo (movimiento de manos, boca…).
EN EL NIÑO NOTARÁS:
Hipo recurrente
Hablar mientras duerme
Dolores en las piernas
Hiperactividad
Despertar cansado.
El déficit de magnesio como causante de TDAH, e hiperactividad, ¿Cuál es la solución?
Dado que obtener las cantidades óptimas de este mineral a través de la alimentación resulta una tarea ardua, se aconseja una toma directa para garantizar niveles adecuados.
En concreto, se sugiere suministrar carbonato de magnesio en formato polvo a los niños y combinarlo con jugos de frutas, agua de limón o incorporarlo a yogures, iniciando con moderación y, en caso de una buena tolerancia, aumentando gradualmente hasta alcanzar las cantidades recomendadas a continuación.
- Para edades de 0 a 5 años, se recomienda una cucharadita de tamaño moca dos veces al día.
- Para edades de 5 a 10 años, una cucharadita de tamaño café con leche dos veces al día es apropiada.
- Para aquellos mayores de 10 años, se aconseja una cucharadita de tamaño café con leche colmada dos o tres veces al día.
Además, en el caso de niños con falta de apetito, se sugiere la inclusión de colágeno con magnesio, una cucharadita del tamaño de café con leche en el desayuno y otra en la merienda.
Sin lugar a dudas, la mejor estrategia para prevenir un déficit de magnesio tan temprano es introducir la suplementación con este mineral durante el embarazo, con una dosis de una cucharadita de café con leche tres veces al día.
